Tierra y mar
Desde ruta 9 se puede apreciar la imponente Laguna Negra, antes conocida como Laguna de los Difuntos, ya que las cuevas de los cerros fueron utilizadas como cementerios por los indígenas. Además de ser una maravillosa oferta de ecoturismo, es un espacio de repoblación de especies e investigaciones científicas. Es la más extensa dentro del país, sin contacto con el mar, manteniéndose con aguas pluviales.
En la margen Noreste, frente a la entrada al Parque de Santa Teresa, se encuentra la Estación Biológica Potrerillo. En este lugar coexisten bañados, montes indígenas, praderas, costas arenosas y una importante variedad biológica, registrándose más de 150 especies de aves, 30 anfibios y reptiles, 27 mamíferos y más de 380 especies de flora. También tiene su valor arqueológico, ya que en una excavación de uno de los “cerritos de indios” en 1995, se extrajo una indígena enterrada desde hace más de 2500 años junto a su perro.
A orillas de la laguna se encuentra la Colonia Don Bosco, un paraíso terrenal rodeado de palmeras y arenas blancas, con una fauna variada y un Monte de Higuerones que invita a ser disfrutado.
La Sierra de San Miguel, perteneciente a la formación Arequita y ubicada en ruta 19, a unos 10 km de la frontera con Brasil, está bordeada por el arroyo del mismo nombre que desemboca en la Laguna Merín. Su diversidad de flora y fauna la han convertido en reserva ecológica. Los turistas podrán disfrutar del Centro de Tortugas Marinas en el que se encuentra el proyecto Karumbé (tortuga en guaraní), conformado por estudiantes, biólogos, veterinarios e investigadores unidos con el fin de conservar los recursos marinos del Uruguay.