Su nombre proviene de los amplios bosques de coronillas que se extendían por las costas del océano Atlántico, desde la Fortaleza de Santa Teresa hacia el norte.
Es el balneario por excelencia para el relax, prácticamente virgen, rodeado de los singulares Palmares de la Coronilla, es ideal para descansar junto a la familia en un ambiente destacado por su tranquilidad.