El principal encanto de La Paloma son sus playas, cada una con una personalidad definida, desde las muy mansas, a las de mayor oleaje. Los más pequeños disfrutarán de El Cabito y los más grandes se acercarán a playas como Bahía Grande (playa accesible), Los Botes o La Balconada. En esta última, ubicada a la derecha del faro, se congregan los visitantes a contemplar el atardecer y aplaudir la puesta de sol, tradición observada sin falta por los veraneantes asiduos.
Enclavada en el Cabo Santa María, cuenta con un puerto de ultramar y uno pesquero, por lo que, para los amantes de la pesca, es un lugar ideal. En el centro de La Paloma se concentran los restaurantes, supermercados, farmacias, inmobiliarias, heladerías, información turística, banco y un centro de reuniones y eventos ubicado en el Centro Cultural.
Durante todo el año, se presentan en esta zona las condiciones para la práctica de surf, también se observan en los meses de invierno y primavera, ejemplares de ballena Franca Austral cercanos a la costa.
Ya sea en playas, rocas o muelles, el pescador profesional o aficionado podrá comprobar por qué La Paloma es el quinto centro pesquero del mundo. Al atardecer, se puede presenciar el arribo de navíos de pescadores artesanales, trayendo en sus redes corvinas negras, lenguados, sargos y pequeños tiburones, lo que hace que los visitantes usualmente se queden en las playas hasta pasada la puesta del sol para disfrutar al máximo de todos sus atractivos.