La zona este del país, rica en historia, geografía y turismo, siempre se sintió la llamada hacia un destino de futuro. Varios visionarios presentaron proyectos faraónicos como el de unir las lagunas existentes, construir represas, fundar colonias agrícolas y apostar por el desarrollo de la cuenta de la laguna Merín. Todos ellos basados en la construcción de un puerto en las inmediaciones de La Coronilla, aprovechando la ventaja natural de los islotes de Castillos Chicos.
Un puerto que permita sacar la producción agrícola-ganadera de la zona y también del sur de Brasil, norte de Argentina, Bolivia y Paraguay, el que debería ser complementado con las vías férreas correspondientes.
El autor reúne en este trabajo la información existente en archivos y publicaciones para explicar las razones por las que todavía no se construyó una obra tan necesaria. Incluso el más reciente de un puerto en La Angostura, que tampoco llegó a concretarse.
Razones geopolíticas siguen manteniendo vigente la necesidad de contar con un puerto en La Coronilla, el que se transformará, antes o más tarde, en una pujante realidad.
