Uno de los principales atractivos de Aguas Dulces es su larga e ininterrumpida playa, situada en un contexto diferente a las demás playas de Rocha, pues a pocos metros del mar aún se conservan pintorescos ranchos y casas sobre palafitos.
Largas caminatas, pesca, deportes y naufragios
La extensión de la playa invita a dar largos y saludables paseos por la orilla del mar. Una opción es caminar hacia Barra de Valizas con el Cerro de la Buena Vista en el horizonte, a 7 km, que conforma el punto más alto de las playas de Uruguay. Descubre la vibrante sensación de estar en una playa virgen, donde solo las aves y ocasionalmente algún vacuno "playero" aparecerán para alejarse rápidamente de la presencia de los turistas. A 2 km, pero en dirección opuesta, se encuentra la única playa oficial naturista: La Sirena, para un contacto pleno con la naturaleza.
Para los más aventureros, a fines de febrero o principios de marzo se realiza una clásica travesía desde Barra de Valizas hasta Aguas Dulces por esta playa.
Relajarse tomando sol, jugar con las olas, practicar deportes o pescar (en zonas habilitadas), buscar berberechos y almejas en la arena son otras de las tantas actividades para realizar en la playa. Durante los meses de verano hay servicio de guardavidas.
La zona más concurrida es en la bajada central del balneario, donde hay un espacio público, llamado "La Terraza" con bancos para contemplar una hermosa vista al mar.
Las aguas de la playa de Aguas Dulces fueron testigo de algunos naufragios como el Gaiford, un barco alemán o el Arinos, aún visible desde la costa, un vapor a rueda del tiempo de la guerra de los ingleses, que traía el dinero para el pago de la tropa y al hundirse según la leyenda, muchos vecinos del pueblo se enriquecieron con el oro rescatado.
Amanecer y atardecer
La playa de Aguas Dulces ofrece el ámbito perfecto para disfrutar el cielo, el mar, contemplar el atardecer detrás de la silueta recortada de casas y ranchos sobre la playa o por la mañana espectaculares amaneceres sobre el océano, que con un poco de suerte, es posible ver pasar algún delfín a escasos metros de la orilla.
¿Sabías qué?
Existen testimonios anecdóticos de cómo eran los baños en la playa a principios del siglo XX, había horarios distintos para hombres y mujeres y también estaban divididos en sectores.